lunes, 15 de junio de 2009

Lo infantil: categoría del Arte Nuevo

Algo falla dentro del Arte Contemporáneo entendido como sistema. Por supuesto no voy a intentar teorizar sobre las razones que llevan a personas con una formación aceptable a ridiculizar el cánon crítico, la justificación teórica, la suficiencia de la modernidad basada en la innovación, el discurso vacío de significado. Pero hay aspectos del funcionamiento de esta maquinaria totalizadora que no convencen a muchos. El relativismo impera; todo se puede explicar, y la misma crítica, se hace significante; ella es la que, en muchos casos, otorga valor artístico a las obras que opta por proteger en su redil. "Noto en esta obra muchas horas de meditación", dice un entrevistado de aspecto bohemio ante la obra pintada por un grupo de niños de infantil, que una periodista ha logrado colar en la Feria Nacional por Excelencia... Lo cierto es que cada poco tiempo los medios de comunicación nos sorprenden con noticias como esta que se produjo en la pasada edición de ARCO: No es la primera vez ni será la última. Ya Gombrich había hecho un experimento, en el que en la salida de su facultad , había interrogado a alumnos sobre su elección entre una imágen que representaba un paisaje de Constable y otra que garabateada por un niño intentaba acercarse torpemente a la primera. Cual fue la sorpresa del profesor cuando la mayoría de los cuestionados expresó su preferencia por la segunda. En el caso de estos inermes temerarios televisivos, el espacio físico de exposición les derrumba la mirada, porque al cruzar el umbral de la feria pisamos terreno sacro, y la contundencia de la elevación a sagrado achica cualquier criterio. Para más "inri", la locuaz señora coleccionista entrevistada todavía adopta un gesto más concentrado cuando le hacen saber el precio: 15000€....Ella no se extraña y responde: "Y podría costar mucho más". Ante esta comedia de situación, uno cabría preguntarse: ¿Será el esnobismo consustancial al Arte Contemporáneo?.